y ahora sé que cualquiera llorará más que tú;

Cada vez necesito menos y me siento más. Me desprendo de lo alguna vez considerado indispensable y reconozco que la evolución de este personaje se ha dado en corto plazo pero para largos tiempos. A veces bastan unos meses para ver lo que no se había percatado en años, y a menudo me viene a la cabeza la frase de 'no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde' mientras pienso cuanta gente se ha dado cuenta de que me he ido en los últimos días. Siento haber vivido en una mentira constante, pero mi actitud fue de superviviente. Me siento sobresaliente por todo aquello que me llevé por delante y por finalmente no haber faltado a quienes se lo han ganado. Y es verdad que he llegado a creer que perdí la cabeza por cosas que no se merecían y que ahora me cuesta encontrarla para las cosas que realmente sí lo hacen. Y también es cierto que cada vez han sido más palos pero también más disparos esquivados.

Y aunque a veces te digan que se han quedado sin balas, nunca te fíes pues no hay ladrón sin puñal y los amigos no prometen si no que cumplen. Y me viene a hablar de confianza. Já. A mi. Que le otorgué mi alma al diablo y a cambio me vendieron por besos falsos que no llegaban ni a valer las treinta monedas. Sin ser Cristo he tenido muchos judas, pero a cambio tengo amistad con los romanos. Y me vienen a hablar a mi de darlo todo, cuando he perdido el culo tantas ocasiones que había días que  ni siquiera podía sentarme. Diciendo tanta gente a tantos otros 'te di la mano y me comiste el brazo' y yo pensando que yo me quedé sin cúbito ni radio porque hasta los huesos les sabían a poco a esos perros que ni siquiera sabían ladrarme. Y a fin de cuentas, ahora me hayo descansando, porque no quiero recuerdo malo que me nuble lo bonito de la lluvia; porque hay veranos que se han quedado enterrados; porque tuve hermanos que nunca debieron ser así llamados; porque no me gusta recordar las apuestas que he perdido y sobre todo porque hoy en día no echo en falta a ningún amigo. Estamos todos, y quién quiera su hueco que no reclame y que cabe su propio agujero.