ciento ochenta y dos días leyéndome las venas;

Reventaste mi mar en calma y te cargaste mis esquemas; y es que le diste un nuevo significado a aquello de todo vale tanto en guerra cómo en amor, y que la lucha entre sábanas son besos fugaces, y los dedos arañándote la espalda dejaron de ser heridas ni cicatrices para empezar a ser chillidos en silencio.
Reventaste mi mar en calma y te cargaste mis esquemas; porque cualquier batalla ahora parece tonta si no te tiene a ti cómo meta, y que mi objetivo es destrozar las fronteras que nos apartan y que nos distancian, cómo balas son palabras.
Reventaste mi mar en calma y te cargaste mis esquemas; porque palabras de amor son golpes de Estado, y este corazón revuelto se revoluciona cada vez que resuena el eco de tu voz; que no me sale una de derechas si no te tengo en el hueco izquierdo, y que mi centro sin extremos eres tú ya que sin ti, mi mundo no sería más que un conjunto de gente.
Reventaste mi mar en calma y te cargaste mis esquemas; y entre tanto pronunciamiento abdiqué de infidelidades y malos tratos para poder gobernar algo que no fuera puro teatro; que la intervención más agresiva que hemos hecho puede haber sido mordernos la boca.
Reventaste mi mar en calma y te cargaste mis esquemas; y entre tanto detrozo has realizado tantos arreglos que, si me volviesen a preguntar, que qué volvería a hacer, hoy seguiría haciendo medio año con quién me sana las heridas de guerra, que un día pudieron joderme el corazón.


-rayden: 'estás en mi lista de sueños cumplidos'

Te quiero.

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