Sigo buscando la realidad

Y en esos días que te da por pensar empiezas a darle vueltas a todo; y te sabe a tan poco lo andado que te planteas lo que has ido haciendo. Los pasos dados. Y entonces te empiezas a dar cuenta... Vas perdiendo miedos y ganando fuerza; estás superando fantasmas del pasado y eso es un logro, pero, ¿Qué pasa con las metas que sigue sin alcanzar? Igual sólo me entienden cuatro gatos porque los que pasamos por lo mismo sufrimos de la misma manera aunque con cosas diferentes. El dolor va amainando pero ni siquiera sabes si lo estás haciendo bien. Sigues temblando ante la idea de que lo bonito siempre ha acabado desapareciendo, vas perdiendo puntos contra tu propia cabeza. Es una lucha interna diaria que, a fin de cuentas, todos tenemos. Igual sería más fácil ser feliz si no fuésemos de esa clase de personas que se plantean todo demasiadas veces; igual esto es ser feliz. Tampoco lo tengo muy claro, las veces que me han dejado sin respirar son incontables. Pero veo a esos sentados en el banco y... Y echo de menos momentos que fueron más sencillos; o que he terminado cambiando para hacerlos perfectos. No recuerdo lo que es vivir sin complejos, es algo que aún no he encontrado entre tanta risa y tanto llanto. Y sé que es algo que probablemente no lo merezco; pero más claro tengo que es algo que quiero. Por eso sigo aquí. Sigo luchando; si es que mantenerse en pie algunos lo comprendéis como lucha. No sé explicarlo, es algo que igual sólo se lo puedes explicar a dos y tres no lo entienden. Es que he aprendido que las palabras están hechas de material ligero y que los actos, a fin de cuentas, tienen que darse todos los días. No digo que haya que caer, pero sí que necesitamos aprender a levantarnos y que sin golpes y palazos nadie comete errores. Digo que hay que pasar malos ratos para saber disfrutar de los buenos y que por muy mal que te vayan las cosas al día siguiente, no importa nada, siempre sale el sol. Probablemente ni siquiera esto tiene sentido; pero si a veces sólo te entienden el boli y el papel... Habrá que dejar que te escuchen. No soy partidaria de la violencia, pero si alguien te empuja dales una patada en la boca. No creo que porque hables más alto te vayan a escuchar más, pero grita para que al menos te oigan. No pido que te cierres, pero nadie aguanta mejor cuando lloras que tu propia almohada. No digo que estés solo, pero nunca dependas de nadie. Jamás lo olvides:
-No hay nada peor que un hombre sin esperanza- 

Comentarios

Entradas populares