O luchas por lo que quieres o chico, este no es tu bar.

Cada cerveza me sabe a ti, y cada trago es una sonrisa que sale fuera. No voy ha hablarte de mal de amores, ni de amores de mi vida, esto es más hondo de lo que buscas. Hablo de estar rota y jodida por dentro pero seguir teniendo ese brillo en los ojos que te dan ganas de decir 'Oye, quédate'. Soy la chica que ve una litrona y le ruedan los ojos de puro placer, la pija tonta que se arrodilla ante el Malboro y que le hacen los verdes, la cría esa que ves bebiendo en cualquier fiesta, en cualquier terraza o en cualquier parque. Soy la chica que te quita el aliento con su risa, más porque se contagia que porque te quedes embobado de ella. Nunca fui el cuerpo bonito que enamora, pero si pones la música escucha y mira, que a terrenos mayores he conquistado. Soy la que da todo por lo que quiere, la que llora como una estúpida pero eh, que mientras lloro sigo en pie. Soy la que no soporta las despedidas pero es capaz de arruinar cualquier momento sentimental. Soy la que cuida de los suyos, pero no pasa del metro y medio. Yo soy de las que te escribiría canciones hasta que las cuerdas de la guitarra chirriaran del dolor, soy la que sabe que es pequeña pero aspira a grandes cosas. No me entiende ni la mitad de la gente, a veces ni yo. Bueno, más que a veces, en pocas ocasiones puedo racionalizarte mis acciones. Pero si te tocan, los hundo. Si me tocan, me hundo. Me bailas el agua, pero recojo solo mis fichas favoritas. Yo soy esa que si ve un chico guapo por la calle le mira, y se sonroja. Soy la que con dos copas se hace amiga de cualquiera, y a veces ni las copas hacen falta. Cuándo estoy a gusto, se nota; cuándo no, se nota más todavía. Yo soy cantante experta de ducha, y batería de bolis y lápices sobre mesa del colegio. Yo soy la que pierde todo y luego no busca y encuentra, la que se recorre medio Madrid corriendo con el corazón en la boca por ver a quién la hacer feliz, y si no medio mundo, que Canadá es mi segunda casa. ¿Cambiar yo? Mucho, pero ideales bastante claros. Sin metas no hay paraíso, y sin ganas no hay fuerzas. La esperanza es lo penúltimo que puedes perder si eres fiel, porque yo seré la última en apartarme de tu lado. Loca... Pues no lo sé, muchos dicen que si, pero el psicólogo aún no me ha dado cita esta semana.
Soy yo, y estoy harta de enfrentarme a un espejo cada mañana cuándo el problema es el resto. Amante de la comida y el vagueo, soy lo peorcito para que me quieran, pero si lo haces bien... Me tienes ganada. Nunca me lleves a tu casa, pues haré que arda la cocina y no es porque no sepa cocinar, que tampoco, es porque cuándo salgas de allí no podrás andar del derecho. Más Cullen que Edward porque nadie me quita el escribir en mis noches y el dormir en mis mañanas, y qué quieres que te diga, a fin de cuentas soy así, y me tengo que gustar tal y cómo soy.
Sé que acostumbrados a tanta ñoñería esto suena a problema mental de las tres de la mañana de una bonita noche de Agosto, pero eh, que para bonita ya estoy yo.

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