'Quédate por favor, que hablemos un poco más'

Ilusión.
Las personas somos fácilmente predecibles, basta con conocer un poquito a una persona para ser capaz de adelantar sus movimientos. Pero a veces apostamos contra nosotros mismos, luchamos batallas aunque las demos por perdidas; alzamos el brazo al aire cuándo otros no se atreven ha hacerlo. Ganamos por quienes no saben que pueden lograr la victoria, somos capaces de pasarnos más de tres noches seguidas en un hospital y quedarnos sin dormir por alguien a quién queremos; somos capaces de coger a un amigo y esperar con él a que se le pase la puta borrachera, escuchando sus vómitos y sus lloros sin sentido mientras apagas el móvil para que nadie te dé por culo porque quién realmente te importa ahí está y ahí te necesita; somos capaces de enfrentarnos a nuestros propios miedos y rompernos los brazos, los dientes, las piernas y hasta los huesos si eso le puede ayudar a quién vale más que tu vida. Amigos que son hermanos, hermanos que son amigos. Días que no te sientes con fuerzas ni para salir de la cama, esa gente que te levanta cada mañana y se esfuerza por verte sonreír. Cuidarte cómo en mi vida cuidé a nadie, protegerte siendo yo el escudo entre la bala y tú; un puto anti-ciclón que ralla a veces la amargura. Buscar soluciones para los problemas de otros aunque tus problemas ni con el canto de una moneda puedas arreglarlos. Y esque en eso nos basamos las personas, en dar y recibir. Es mentira que nadie dé sin recibir, siempre hay algo que te cae de vuelta; lo que pasa esque hay gente que por vueltas entiende algo que no es pero bueno, así dicen que vamos.
Sigo esperando esa persona que lo entienda, mientras tanto, a tragar un poco más de techo.