Sin vaciles, te quiero más que nunca

Sin más, otro día cualquiera que te lloro un poquito por dentro; pensando, que con igual, con un poco de suerte terminaré teniéndote de nuevo abrazándome por detrás. Sigo bebiendo mis penas en botellas, ahora las mezclo con la mierda esa que se fuma, que le vamos a hacer si cualquier ligero olor me trae un buen recuerdo. He estado hecha mierda, cómo tantas otras veces desde el momento en que se cruzaron nuestras miradas una primera vez. Y me da igual si fue en un parque con la puesta de sol, una mañana contigo sentado en la acera o en un patio del colegio; muchos lucharon sin perder la calma y nosotros perdimos de todo menos amor, eso lo derrochábamos y aún nos sobra un poco más por lo que se ve. Y cada paso-doble me hace pensar que podría ser a tu lado, aunque sean muchas piernas para tan pocas huellas. He aprendido a parar de morir por dentro, porqué sé que algún día lo terminaré haciendo por fuera. Igual me equivoco si pienso que esto, cómo todo, tiene solución, pero la verdad esque estoy acojonada pensando que es posible que todo llegue un día que se acabe del todo, y que todas esas canciones bonitas de amor que parece que hablan de ti y de mi dejen de hablar de nosotros. Simplemente no quiero perderme nada, ni un segundo a tu lado, aunque sepa que me estoy perdiendo todo; y aunque a veces duela siempre nos quedará el pensar, el recuerdo feliz de que alguien sí que nos quiso alguna vez. Por ser incapaz de decir adiós prefiero terminar mis despedidas con un hasta luego, sólo porque parezca que en el fondo, no me importa tanto; aunque la verdad esque me está matando.