No es impotencia, es tiranía

Navidad, no tiene término. Época de luces, de color, de amor. Época de sueños, de revivir ilusiones. Es tiempo de frío para poder abrazarse más, tiempo de regalos aunque no todos haya que pagarlos con dinero; tiempo de ayudar, de locuras si esque nadie te impide hacerlas. Momento en el cual todo te parece posible, al menos hasta que alguien te dice que no. Los borrachos adorando a sus botellas y yo adorándote a ti. Sin miedos, Navidad es vida. Los enfados en navidades se disuelven o al menos se apaciguan, la gente se une. La palabra 'crisis' se dice menos, se oye menos 'guerra' o al menos buscamos no oírlo. Cualquier excusa es buena por no amargarnos, hasta ayer era el fin del mundo, luego otra parida será. Te metes en tu cama lleno de ganas de que llegue el día de bajar y abrir los regalos que están debajo del árbol; de comerte las chuches que hay en los calcetines colgados en el árbol. Mueres de ganas de llegar al día siguiente y ver a tus amigos e ir juntos a ver la cabalgata de los reyes mientras hacéis un rato el idiota, de pasar nochebuena con la familia y año nuevo de fiesta hasta los churros. Ganas de salir y congelarte hasta los dedos de los pies por ver las luces por la noche, ganas de ser feliz sin preocupaciones de ningún tipo.
Sonríe, aunque haya gente que quiera joderte. Si alguien te dice que no lucha por el sí, si te encierran escápate, que nadie te haga infeliz en los días más bonitos del año. Si estás mal siempre habrá alguien que te haga sonreír, no te rindas, no merece la pena. Desde lo más profundo, desde el trozo izquierdo pero pensando cómo siempre con el derecho, feliz navidad, and may the odds be ever in your favour.

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