I FEEL LIKE I LOST MY SISTER AND BESTFRIEND.

Llovía cuándo salí de la casa de la cual me había estado quejando dos meses. Cincuenta y seis días, contados. Hubo bajones y hubo alegrías; pero el mayor de todos los bajones fue irme. ¿ Les volveré a ver? Probablemente no, y eso duele. Duele mucho. Yo... Yo lo siento, pero por muy feliz que pueda o debiera ser volver, yo tenía vida allí. Tenía mis rutinas, mis amigos, mis cosas; dios allí está mi hermana, ¿¡ Qué más necesito?! La abracé, cómo nunca pensé que nos pudiéramos o nos fuéramos a abrazar. Decirla adiós era demasiado fuerte, asique decidimos decirlo cómo un hasta luego. El reflejo de un corazón de manos y un reflejo del cristal de la ventana dentro de una furgoneta blanca es el último recuerdo que esas dos niñas que se habían hecho un huequito en mi vida se llevaban de mi. Me han robado un pedacito, ellas dos y muchos más. El chico que me habló el primer día y aguantó hasta el último, ese tipo de  esas personas que gente muy especial que se hizo muy importante en muy poco tiempo. Y retumban en mi cabeza esas frases que esa la mi pequeña me hacía escuchar cada mañana 'I feel so close to you right now' 'I wish you were here'; porque esas dos frases se me han grabado a fuego en el alma, ahora eres parte de mi. Y es ahora, cuándo ya estoy lejos, cuándo entiendo que todas (o casi todas) mis quejas eran de vicio y que en realidad me encantaba todo lo que había allí; y.. ¿ Sabéis? Dejarlo a sido duro, muy duro, como nunca imaginé. No sé cuántas veces he llorado, ni cuántas me quedarán por llorar a solas y probablemente a oscuras; sólo sé que a partir de ahora entiendo lo de 'A partir de que te vayas lo echarás de menos cada mísero día'. El chico tenía razón,  ni he llegado a casa recién llegada y ya quiero volver al lugar dónde la lluvia y el frío se colaban por entre mi camiseta y me hacían tiritar cómo cuándo tiembla la tierra en un terremoto, dónde todas las mañanas cogía un bus pequeño y amarillo en la puerta del OD, dónde mi taquilla del tercer piso tenía una bandera roja y amarilla guardada dentro y a la derecha una mirada de -buenos días, vamos tarde-. Quiero volver al sitio dónde un cruce de ojos lo significaba todo, aunque también nada; un sitio en el cual podías sorprender a esa persona a la que le tenías cariño con un beso y un abrazo, algo tan simple cómo eso. La verdad esque lo único que quiero es volver a su lado, al lado de todos ellos, a saludar con cuatro dedos y llamarlo a todo 'weird' y a todos 'retard'. Me muero por volver a verme rodeada de animales y de mirar a mi hermana pequeña con lágrimas de orgullo echando carreras por mi cara y tropezándose en mis ojos por oírla cantar mejor que a un jodido ángel; ese sitio en el que cinco grados no es ni frío ni calor, es templado; y dónde la marihuana, sin ser legal, es lo más común.Quiero volver a ese lugar llamado Canadá.

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