Siempre quise saber que se pasaba por tu cabeza.

No te pido nada ya, solo que vengas, que me abraces cómo quieras, que me comas cómo puedas. Que le den al oxígeno, tú eres lo que me hace respirar; lo que me mata y lo que me revive. Mi marca favorita de Heroína, yo tu marca favorita de María ( La eme que más ha apostado por ti). Sino me equivoco, y los cálculos no me fallan, mi felicidad tiene nombre y apellidos, tiene fecha, con el número veintidós.
No, desde los bancos de Madrid no veremos el mar, ni desde el Acueducto de Segovia tampoco, pero... ¿ Sabes qué? No necesito más paisajes si a cambio tengo tu cuerpo cómo ventana cada mañana. Que no, que no quiero otros besos, que quiero morderte el labio hasta que tu voz deje de ser un susurro y empiece a ser mi grito al viento. Te quiero matar a placeres. Empiezas a ser demasiado y tan lejos... Pero más de treinta y uno van ya, y cada día aumenta mi tanto por ciento de ti en mi, que ya no me sobras el tú ni me falta un nosotros. Que eres mi droga. Y tú... ¿ No estabas mirando al cielo? Que te estoy llamando.

Comentarios

Entradas populares