Cuándo menos me lo espero te vas.

Hoy le podría haber visto, no lo he hecho. Podría haberle llamado, tampoco. No me he movido por él, ni he llorado por él. Es más, sin él me lo he pasado muy bien. Pero aún así, con todo, había un pequeño hueco en mi cabeza, un eco extraño que no paraba de repetirme su nombre. Y esque estoy empezando a querer al sueño que creo que podré conseguir, porque soy una de esas que sueñan en cosas imposibles y encima se las creen, he visto demasiadas pelis o tal vez ya me he vuelto loca del todo. No sé, le he idealizado y además lo sé; me gusta pensar que soy o seré especial para él, que aunque sea de vez en cuándo piensa en mi, que cotillea mis cosas, que se preocupa por mi; ese tipo de cosas que en algún lugar de mi sé que no están pasando.
La verdad, no sé a que estoy esperando o que estoy buscando, sólo sé que hoy ya es muy tarde para pensar, a estás horas sólo se permite beber, ya que es muy tarde para el amor.